jueves, 8 de septiembre de 2011

Felicidad y variantes.

Ayer me desperté y pensé en aquello de ser feliz,y variantes,en todas esas preguntas trascendentales que invaden por instates nuestra mente,en aquellos intentos vanos(que no inutiles)de darles una respuesta mas o menos aceptable,una que no suponga plantearse una vida,o lamentarse del pasado...y del futuro.


Y,llegan las prisas después de la calma,como esa ola gigante que aparece en medio de un mar imperturbable,y pienso en no pensar,y corro,corro de las respuestas y de las preguntas,de los porqués,de los interrogantes y de las exclamaciones,huyo saltando entre los eternos puntos supensivos,sin saber a que nuevo parrafo estará condenada mi existencia.


Y como te contaba,ayer me desperté,y bostecé,de sueños,no de cansancio ni de aburrimiento,bostecé ya despierta para dejar machar la fantasía del sueño por mi boca,y me giré de nuevo buscando una calida almohada donde apoyar mi realidad a la luz del sol.


Y recordé las prisas,mordisqueé una tostada a medio hacer,saboreando el azucar de una mañana diferente,como todas las anteriores,y me miré al espejo,se ve que tras 19 años haciendo lo mismo todavía espero encontrarme un nuevo rostro en el reflejo,convencida de que si eso ocurriera sería en el preciso instante en que decida pestañear.


Por eso corrí con los ojos abiertos y entré en un vagón donde ví las mismas estaticas expresiones de cada mañana,las mismas caras intentando mantener el despertar,las mismas miradas expectantes que acompañan a un día incierto,y las mismas sonrisas contagiosas que te obligan a pagar con la misma moneda el tributo de una felicidad tan necesaria como inesperada.


Y sonreí y corté con mi madrugadora risa ese silencio nocturno que trasnocha por las calles y vagones de madrid,y al salir de allí de nuevo la calma,y ya ves,tras preguntarme sobre aquello de la felicidad y variantes,caminé entre palabras que no se pronunciaron,y y grité otras muchas que tal vez hubieran merecido silencio,y esos variantes de la felicidad me compañaban.


Ya está,ya basta de respuestas a medio contestar,me dije convencida,duermete que tu día hoy mereció la pena,que volaste con un poco de azucar de una tostada a medio hacer y te fue suficiente para enseñarle al dia tu sonrisa,y ya está,duermete,que observaste esta mañana el mismo rostro en el espejo,y que mas dá,y entraste corriendo un vagon con rumbo a nuevo día simplente,y los abrazos hicieron el resto.duermeté y no preguntes mas como has de ser feliz,que tu sonrisa sobra para responderlo,que no hay mas almohada que tu vida para apoyar tu realidad a la luz del sol,ni mas respuesta que vivir para responder a aquello de la felicidad y variantes,y descansa,disfruta de la calma y de las prisas,de los abrazos y los despertares,de los paseos a ninguna parte,y no tengas miedo de donde caerás,salta entre la incertidumbre de los puntos suspensivos y si te caes,cuelgate a una sonrisa que mañana,veras un nuevo aparecer del sol.

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